viernes, 10 de diciembre de 2010

miércoles, 3 de noviembre de 2010

jueves, 26 de agosto de 2010

La importancia de las Marcas Turísticas





En los actuales momentos ya nadie duda que el turismo es una alternativa viable y sostenible para la generación de empleo y el desarrollo económico y social de las distintas regiones de nuestro país. Sin embargo aún no se han llegado a consensos entre los actores públicos y privados interesados, en cuanto a la definición de prioridades y de una visión de futuro para el sector. Además en el actual modelo de negocios, predomina la acción de los agentes grandes, con acceso a recursos y redes de contacto, por sobre aquellos de menor tamaño, desorganizados y con pocos conocimientos para crear productos turísticos competitivos.


Es lamentable que el Foro Económico Mundial, en cuanto a competitividad turística, coloque al Ecuador en el puesto 97 de 124 países evaluados, siendo superados por nuestros vecinos Colombia (puesto 72) y Perú (puesto 81). No hace falta inventar el “agua tibia”, basta con mirar lo que han hecho otros países, en los cuales la estrategia de marketing llamada marca-país, ha ayudado a incrementar no solamente el número de turistas, sino también las exportaciones y la inversión extranjera. Según estudios realizados por la Organización Mundial de Turismo (OMT), los ingresos por turismo han aumentado en los países donde sus marcas fueron posicionadas estratégicamente.

Según la percepción de la marca, los mercados extranjeros estarán dispuestos a gastar en los productos de un país. Un ejemplo cercano es el caso colombiano, donde la belleza de sus costas en dos océanos, el patrimonio histórico de una ciudad como Cartagena, la península de la Guajira, el interior de la zona cafetalera, el atractivo para los negocios y el entretenimiento de ciudades como Medellín, Cali, Popayán, Bucaramanga, Bogotá, sumado a las propuestas regionales de turismo rural comunitario, han consolidado el eslogan de “Colombia es pasión”, con un incremento notable de la inversión extranjera en apenas tres años.

En la mayoría de provincias de nuestro país, los gobiernos locales han incluido al turismo dentro de sus planes estratégicos y aprovechan las épocas de festividades para promocionar sus atractivos culturales y naturales. Sin embargo cada cantón trabaja con su propia agenda, sin coordinar acciones con otros municipios para diseñar un marketing integral que posicione una marca territorial que posteriormente pueda alinearse con la marca-país, cuyo concepto es “La vida en estado puro”, lanzada a fines de 2004 y que busca destacar la mega diversidad natural, cultural y humana del Ecuador.

Ahora que a nivel nacional se está conformando las redes regionales de emprendimiento, se presenta la oportunidad de retomar las facetas sociales y culturales del país, la diversidad de la producción agrícola y el apoyo a la conservación del medio ambiente, mediante la formación de microempresas de turismo comunitario, con las cuales se podrían generar factores diferenciadores de nuestra marca.

Hay que reconocer que en la actualidad la percepción del país en el exterior no es la mejor y que esto no se puede cambiar en el corto plazo. No solo es tarea del gobierno, ya que se dice que las personas proyectamos a los demás la imagen de lo que creemos de nosotros mismos y por eso ante todo, los ecuatorianos tenemos el reto de aprender a reconocer nuestras virtudes y mostrarlas al mundo.

martes, 30 de marzo de 2010

lunes, 15 de marzo de 2010

Para opinar hay que ganar elecciones

Por Omar Saetama Guallpa
Este el razonamiento que en la última cadena sabatina (sábado 12 de marzo) volvió a utilizar el presidente Correa, al referirse a un comentario vertido en uno de los días de la semana pasada por Alfonso Espinosa de los Monteros en su noticiero estelar. Como es habitual en los “shows” de los sábados, se mostró el extracto del video de dicho comentario, que se refería al grado de independencia de los flamantes integrantes de Consejo de Participación Ciudadana y a continuación la opinión de “su majestad”. Debo aclarar que casi nunca veo estos “monólogos”, salvo quizás algún resumen de los noticieros. Fue pura casualidad mientras buscaba algo divertido que ver en la TV, simplemente me detuve para saber de qué mismo hablaba el Presidente.

El Sr. Espinosa de los Monteros criticaba el hecho de que en los mecanismos selección de los miembros, se haya sesgado la participación de ciudadanos realmente independientes y de tendencias políticas diferentes a la izquierda. “¿Quién le ha dado autoridad a este señor para verter este tipo de comentarios políticos? ¿Ha ganado algún escrutinio o elección? Él sabe de política lo que yo sé de astrología”, fueron entre otras las respuestas de Correa. ¡Cuándo no!….el sabelotodo economista estudiado en el exterior, que tiene al Ecuador con elevado déficit fiscal, creciente deuda externa y altos índices de desempleo. ¡Así que ahora ya saben!, si de política quieren hablar en las reuniones de familia, amigos o negocios, primero tienen que afiliarse a algún partido político o movimiento y después cruzar los dedos para ver si ganan.

Ah! , no faltaron las ya conocidas rabietas contra la prensa, a quien acusa que querer estar por encima del bien y del mal. ¿? ¡Por favor que alguien le muestre un espejo!

La Tierra para quien la trabaja

Por Vicente Albornoz Guarderas (El Comercio 14/03/2010)
La realidad es que en la agricultura no está la plata. Es cuestión de ver quienes se hacen ricos o dónde están los salarios más altos en la economía. Ciertamente no es en la agricultura. Y el discurso de que “la tierra es para quien la trabaja” lo único que hace es condenar a la pobreza a todos los que se lo creen.

La agricultura es un sector que en todos los países va perdiendo peso cuando crece la economía y el Ecuador no es una excepción. A mediados de los años sesenta, la agricultura era casi un tercio del PIB del país. Para fines de los años 80, su participación había bajado a 15% y el 2008 solo fue algo más del 5%. Mientras tanto sectores como la industria, el comercio o servicios han crecido de manera importante.

Lo triste es que a la agricultura de dedica más del 25% de la población. Si una cuarta parte de la población se reparte un 5% de la producción, el resultado es que, en promedio, todos son pobres.

La mismo tiempo, las empresas que han crecido en las últimas décadas no se dedican a la agricultura. Las principales empresas del país están en comercio, industrias, petróleo, finanzas y servicios. La razón por la cual han crecido justamente hacia esos sectores es que ahí es donde está la plata.

Según el último censo, el 60% de los indígenas se dedica a la agricultura. Por lo tanto no debería sorprendernos que, en promedio, sean bastante más pobres que el resto de los ecuatorianos. El único grupo que sale de esta norma son los otavaleños y resulta que ellos también son, dentro de los indígenas, el único grupo que no se dedica a la agricultura sino al comercio y a la manufactura. En realidad, por eso no son pobres.

Casi todos los que están ligados a la agricultura son pobres, ya sean indígenas, mestizos o blancos. Los únicos que escapan a esta condena son aquellos que o tienen bastante tierra o que disponen de capitales suficientes como para entrar a cultivos altamente tecnificados como flores o camarón.

Y luego viene el discursito repetitivo de que “la tierra es para quien la trabaja”. Discursito para perverso. Discursito para falto de realidad. Discursito para cruel. Porque mientras se lo aplique lo único que se logrará es sentenciar a quienes se lo creen a la pobreza, porque en el país no hay suficiente tierra para que todos ellos dejen de ser pobres.

Hace poco, 340 familias de comuneros ocuparon una hacienda de 32 hectáreas en Chimborazo (luego llegaron a un acuerdo y pagaron a los dueños). Lo trágico es que a cada familia le tocó 941 m2 de tierra. Ahora van a ser dueños de la tierra que trabajan, pero no van a salir de la pobreza.

Y el país entero no saldrá de la pobreza mientras sigamos creyéndonos, sin beneficio de inventario, estos discursitos de una izquierda que no piensa sino que simplemente repite lo que (quizás) fue verdad hace 60 años. valbornoz@elcomercio.org

Derroche de Reservas

Por Gonzalo Ortiz Albán (El Comercio 14/03/2010)
En su reciente libro (pp. 121-124), el economista Rafael Correa explica su visión de las reservas internacionales y del ahorro público de esta manera: “es absurdo que un país guarde dinero en el exterior –ganando intereses bajos- cuando tiene grandes necesidades de financiamiento y debe contratar préstamos caros para cubrir ese faltante de recursos”. Suena razonable, en principio, pero ya no lo es tanto cuando incluimos otros elementos en el análisis. Veamos por qué:

El dinero que un país tiene depositado en el exterior gana poco interés porque está invertido en instrumentos altamente líquidos y seguros. Esto quiere decir que la probabilidad de perder esa plata es cercana a cero y que el Gobierno que administra esos recursos puede retirarlos fácilmente.

¿Por qué los gobiernos invierten en el exterior en instrumentos de bajo riesgo? Porque son los ahorros de depositantes y contribuyentes que sirven para proteger al sistema de pagos de un país, un tema clave para la estabilidad económica y política de cualquier sociedad. Si ese dinero se perdiera, y por tanto, colapsara aquel sistema de pagos, toda la economía entraría en crisis.

Veamos ahora el asunto de las necesidades de financiamiento: un Gobierno tiene grandes requerimientos de dinero cuando incurre en enormes déficits presupuestarios, es decir cuando gasta mucho más de lo que gana. Típicamente ese gasto desproporcionado es poco productivo y se limita a aumentar la capacidad de consumo de un segmento reducido de la población por un período determinado.

La inflación que produce aquel gasto excesivo se encarga de evaporar cualquier beneficio posterior que ese dinero hubiera podido generar.  Por tanto, financiar abultados déficits fiscales con reservas internacionales es doblemente perverso –económicamente hablando- porque se incentiva la ineficiencia del gasto público y se debilita al sistema monetario de un país.

Se me dirá que el presidente Correa está utilizando la plata de la reserva para dar créditos productivos a largo plazo y para financiar obras de infraestructura. Aún si aquello fuera estrictamente cierto, sigue siendo cuestionable que se desvíen fondos destinados a un propósito estratégico –defender el sistema monetario del país- para financiar créditos de dudosa recuperabilidad.

Lo que ocurre en realidad es que el dinero de la reserva está cubriendo las necesidades de caja del Ejecutivo. El ritmo de gasto de este régimen es tan desenfrenado que sus autoridades ahora están usando indiscriminadamente los ahorros que el país tiene en el exterior para que el aparato estatal pueda seguir funcionando. Nos estamos derrochando las reservas internacionales. gmaldonado@elcomercio.org

lunes, 8 de marzo de 2010

La Real Academia Española no es feminista

No pude encontrar el autor de este artículo, pero fue publicado en Diario el Comercio, segmento EducAcción, Febrero 2010.
Con mucha frecuencia, incluso en textos legales, periodísticos y académicos, aparecen vocablos que expresan la vocación de equidad de género de sus cultores: los ciudadanos y ciudadanas, los/las profesoras, bievenidos/as, todos/as.

Esta forma de redactar se ha instalado en casi todos los escenarios del Ecuador, por la influencia de ciertos sectores feministas que tienden a visibilizar a las mujeres que, por antonomasia, han sido ocultadas o marginadas. La Constitución Política de 2008 es una muestra de esta tendencia que irrumpe en esta ínsula, con inusitada fuerza.

La idea, por supuesto, es buena; sin embargo para evitar equívocos acudí a la Real Academia Española a fin de consultar semejante cambio. Allí me encontré con la opinión autorizada de Víctor García de la Concha, director, quien asegura que “en el idioma no debe haber desdoblamientos” (revista de la Fundación del Español Urgente. Fundéu BBVA). Esta declaración sostiene que “la Real Academia Española no se convierte en feminista militante porque la lengua no evoluciona por mandato”.

“Siempre hubo –reitera García- un desdoblamiento de ‘señoras y señores’, pero ahora es ‘ciudadanos y ciudadanas’, ‘empleados y empleadas…….’ Eso podría llevarnos a algo tan ridículo como decir ‘voy a verte con mis hijas y mis hijos para estar con tus hijos y tus hijas’“, por ejemplo, señala García.